Traumatología y más

Me duele el codo al hacer deporte: el codo de tenista

Por Dr. Eugenio Ferrer

Si al acabar de practicar un deporte sientes dolor en la zona del codo, puede ser que te lo hayas lesionado o que tengas una tendinitis.

En este post te cuento los aspectos más importantes de la lesión conocida como codo de tenista o epicondilosis.

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Me duele el codo al hacer deporte: el codo de tenista
En la mayoría de las ocasiones el codo de tenista es el resultado de una mala técnica en el golpeo

Para evitar confusiones primero te quiero explicar qué es el epicóndilo.

Se trata de una prominencia ósea que puedes palpar en la parte lateral del codo.

En ella se insertan los tendones de los músculos responsables de la estabilización y de la supinación (movimiento que se produce al girar el antebrazo y la mano hasta dejar la palma hacia arriba).

¿Qué es el codo de tenista o tendinitis del codo?

Conocida como codo de tenista, la epicondilitis es una inflamación de los tendones (tendinitis) que se encuentran en el epicóndilo.

¿Por qué se produce la epicondilitis?

Suele ocurrir por una "mala técnica" durante el juego, al someter a tu codo a situaciones en las que esas inserciones se sobrecargan.

Tomemos el ejemplo de los deportes en los que se emplea una raqueta:

El momento crítico es en el que golpeas la bola para devolverla al campo contrario.

El golpe tiene que contrarrestar la energía cinética que trae la bola y darle a la vez la suficiente fuerza para que salga disparada en dirección contraria.

La vibración que sufre la raqueta en ese momento se transmite a tu brazo (pensemos en las ondas en el agua cuando cae un objeto) haciendo que todo tu brazo y especialmente tu codo sufra el impacto.

En el caso concreto del codo, en el momento del impacto se encuentra prácticamente extendido y con el antebrazo en posición normal.

En ese momento, tensas los músculos que estabilizan el codo en esa posición.

La repetición de esta secuencia acaba sobrecargando a la musculatura que se inserta en el epicóndilo, con el consiguiente dolor de codo por tendinitis.

¿Cómo se diagnostica el codo de tenista?

Tu traumatólogo puede sospechar que tienes epicondilitis por los síntomas que le describas en la consulta y tras realizarte una exploración.

Si todavía tiene dudas, puede pedirte una ecografía de los tendones afectados para comprobar si tienes tendinitis.

O también una resonancia magnética para analizar esa zona más en profundidad o si sospecha que tengas otras lesiones.

Tratamiento para la epicondilitis

Como ocurre con otras lesiones crónicas de tendones y ligamentos, no existe una solución ideal y hay que individualizar mucho el tratamiento combinando diferentes opciones:

  • Lo primero es identificar qué actividad es la que originó tus molestias. Si no puedes cambiarla o reentrenarla (actividades laborales, cuidado de familiares, etc.), convendría que usaras una codera de este estilo para proteger el codo.
  • Tratamiento con fisioterapia o medios físicos (ondas, frío) buscando aliviar la inflamación
  • Tomar antiinflamatorios
  • Infiltraciones: inyectando una combinación de corticoides y anestesia local hasta 3 veces con una frecuencia de una infiltración a la semana o cada 15 días.
  • Cirugía: su operación sólo se realiza en casos de dolor intenso y sólo si no has respondido satisfactoriamente a otros tratamientos. Conviene descartar antes cualquier otra lesión en el codo y tratarla si se sospecha que puede contribuir al dolor en el mismo.

¿La epicondilitis es lo mismo que la epitrocleitis o codo de golfista?

La verdad es que pese a que se encuentran en zonas distintas (la epitróclea es el equivalente al epicóndilo pero ésta se encuentra en la parte interna del codo), las causan que los provocan y el tipo de lesión es el mismo.

En el caso de la epitrocleítis, el dolor se da en la cara interna del codo por sobrecarga de los tendones encargados de la pronación (movimiento que se produce al girar el antebrazo y la mano hacia abajo).

Si eres muy aficionado al golf, has de saber que en el momento del swing en el que golpeas la bola se transmite una gran cantidad de fuerza en todo el eje del cúbito y la parte interna de codo y muñeca, con la consiguiente sobrecarga. Sobre todo si eres de los que no para hasta que acaba los 18 hoyos.

También te puede ocurrir con otras actividades.

Y no es raro que si sufres epicondilitis acabes desarrollando epitrocleítis, y viceversa, por forzar el codo para evitar el dolor en ese lado.